Bueno, si está leyendo esto, es porque probablemente ya sabe que negociar su salario es más importante de lo que parece. Y sí, la mayoría de las veces, es más incómodo que pedirle a un amigo que deje de burlarse de usted en las redes sociales. Pero no se preocupe, aquí vamos a descubrir cómo convertir esa conversación “tragica” en una “plática” de éxito.
¡Prepárese para la batalla!
Primero que nada, antes de que se le suba la presión arterial solo de pensar en hablar con su jefe, es importante informarse y tener una estrategia. Recuerde que no está pidiendo limosna, ¡está negociando lo que usted merece!
Investigue su mercado
- Descubra cuánto están pagando a personas con habilidades similares en su área.
- Utilice sitios como Glassdoor o incluso hágale un “sondeo” a sus conocidos. No le dé pena preguntar, todo el mundo lo hace.
- Prepárese para sorprenderse: los números pueden variar bastante.
Construya su caso
Ahora que tiene toda la información en sus manos, el siguiente paso es armar su presentación. Aquí es donde entra su habilidad como desarrollador web. Haga que los datos hablen por usted:
Demuestre su valor
- Hable sobre proyectos exitosos. ¿Tuvo un papel fundamental en el último lanzamiento de la web? Cuéntelo.
- ¿Integró nuevas funcionalidades que mejoraron la experiencia del usuario? ¡Súmelo a la lista!
- Muéstreles los números: si puede, utilice métricas para demostrar su impacto en la empresa.
El momento de la verdad
Ahora que tiene toda su información y su caso listo, ¡es hora de hablar con su jefe! Recuerde, la forma en que lo haga puede cambiar todo el juego. No entre en pánico. No se trata de una pelea en la calle, sino de una conversación consensuada.
Consejos para la charla
- Sea claro y directo. No dé vueltas, como cuando su abuelita le pregunta si tiene novia.
- Escuche lo que su jefe tiene que decir. Puede que suene un poco “místico”, pero tiene que haber apertura para la negociación.
- No acepte la primera oferta. Recuerde, siempre hay margen de maniobra, incluso si su jefe parece de piedra.
Y si no funciona…
Si las cosas no salen como esperaba, no se desanime. Utilice la experiencia para aprender. Pregunte qué puede hacer para ser considerado para un aumento en el futuro. Esto no es una derrota, ¡es solo una curva más en el camino!
Conclusión
Negociar un aumento salarial no tiene por qué ser una tarea titánica ni un momento digno de una película de terror. Con la preparación adecuada y la mentalidad correcta, usted puede cambiar la conversación y salir victorioso. Recuerde, el conocimiento es poder, y en este caso, ¡su salario puede ser el fruto de su empoderamiento!
Así que, ¡vaya a conseguir eso que se merece! Y no se olvide, ¡si tiene alguna duda, aquí estoy para ayudarle! ¡Vamos por ese aumento!